El ronquido y el síndrome de apneas-hipopneas durante el sueño (SAHS) son las enfermedades respiratorias asociadas al sueño más frecuentes. El ronquido es un trastorno muy habitual, que afecta a un 16–33% de los varones y a un 8–9% de las mujeres. Su presencia se ha asociado a excesiva somnolencia diurna incluso aunque no haya un SAHS y a un incremento del riesgo cardiovascular, de diabetes mellitus y de hipertensión inducida por el embarazo.
El SAHS, según el documento de consenso nacional, se define como un cuadro de somnolencia excesiva, trastornos cognitivo-conductuales, respiratorios, cardíacos, metabólicos o inflamatorios secundarios a episodios repetidos de obstrucción de la vía aérea superior durante el sueño. Estos episodios se miden con el índice de alteración respiratoria. Un índice de alteración respiratoria mayor de 5h−1 asociado a síntomas relacionados con la enfermedad y no explicados por otras causas confirma el diagnóstico.
Los factores de riesgo clásicos que se asocian a los trastornos respiratorios del sueño (TRS) son el sexo masculino, la obesidad, la edad, el consumo de alcohol y relajantes musculares o hipnóticos y las malformaciones de la vía aérea superior como la retromicrognatia o el velo del paladar redundante y edematoso. Además de dichos factores, también podría ser necesario considerar el consumo de tabaco, factor de riesgo por excelencia para la mayoría de los trastornos respiratorios, con importantes repercusiones sobre la salud y la calidad de vida, y todavía no completamente controlado con las intervenciones disponibles en la actualidad. El tabaquismo es muy prevalente en los pacientes con SAHS, y hay datos en la bibliografía que apuntan a que se podría comportar como un factor de riesgo para desarrollar el síndrome.
El ronquido puede definirse como un fenómeno acústico complejo, que aparece durante el sueño debido a la vibración de estructuras orofaríngeas, y expresa la existencia de una resistencia al flujo aéreo en la vía aérea superior. Según la presencia, en mayor o menor medida, de estos síntomas, se debe sospechar la posibilidad de que haya una enfermedad de base, que puede ir del ronquido simple (pacientes que roncan pero no presentan somnolencia diurna) hasta el ronquido asociado a somnolencia excesiva sin apneas presenciadas y el diagnóstico de SAHS establecido. Seguidamente se analizará la posible asociación entre el consumo de tabaco y la presencia de roncopatía y SAHS.
El ronquido es un fenómeno frecuente, aunque con amplia variabilidad según las series publicadas. En general, su prevalencia se cifra en un 40% en los varones y en un 20% en las mujere. Los estudios de prevalencia realizados en España se recogen en la . La principal limitación de estos estudios es que la mayoría se basa en la utilización de cuestionarios clínicos, de modo que la medida del ronquido es una percepción subjetiva.
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